martes, 9 de octubre de 2007

VENDERNOS, el márketing de las personas en sociedad

Vivimos en una sociedad que está comenzando a dejar de lado la sagrada palabra prejuicio, pero que todavía le falta mucho por aprender de otra gran palabra como es aceptar.

Aceptar, no sólo significa “hacer click en un botón virtual para poder seguir haciendo lo que sea que estés haciendo”, también significa dejar que otros/as entren en nuestras vidas, mentes, corazones, u otros lugares que no son apropiados mencionar.
A la gente de hoy, aunque no nos guste reconocer o no lo percibamos, le cuesta mucho permitir que otras personas se relacionen concretamente con ellas, por ejemplo, es más fácil ponerle el rótulo de “amigo” a las personas que solamente comparten tiempo con nosotros que dejarle que –como un buen amigo- conozca nuestros más íntimos secretos, o defectos, o que simplemente sepan la verdad de nosotros, sucede también porque tenemos miedo a los prejuicios de estas personas, o tememos que estas sean efectivamente prejuiciosas, y preferimos ocultarnos tras una carita sonriente a tener que ser víctima de acusaciones, discriminaciones, burlas, o perder esa supuesta amistad con las personas. Pero, para qué querrían conservar la amistad si ésta no es real, ya que nuestros “amigos” no saben quiénes somos en realidad, así que, perdido por perdido, por qué mejor no le contas un poco esas cosas tuyas a tu amigo/a y te dejas de joder, así por lo menos sabrás si es o no tu amigo, si lo es, te va decir “ah! Mira vos, no sabía eso de vos…”, y si no lo es concluiría “…mejor andate de acá, no me gusta estar con gente como vos.” (Sólo si no es un amigo/a de verdad las dos partes serían consecutivas).

A todo esto, sería bueno, para no tener que temerles a nuestros amigos, que comencemos a ver, o buscar alguna manera de decir las cosas, para no tener que perderlo, para que inevitablemente te acepte como somos y no nos joda la existencia. Resulta práctico citar una frase que dice algo como “es mejor conocer a nuestros enemigos para saber qué es lo próximo que harán” o por el estilo, ahora, ¿no sería mejor también conocer a nuestros amigos para saber qué van a hacer? Si ¿no? Es conveniente hacerlo, de ésta manera sabremos cómo abordar esos temas que nos acosan y nos causan vergüenza, hay que saber tratar a la gente para esto, saber qué les gusta y cómo les gusta, qué creen y qué detestan, entre otros aspectos personales. Es decir, tenemos que saber vendernos (no quiere decir “prostituirse” o abandonar nuestros valores a cambio de amistad o compañía), sino que tenemos que saber convencer a los otros de que somos buenos, de que somos valorables, lo que no quiere decir que vayamos a conversar con alguien y digamos por ejemplo “yo soy un genio en matemáticas”, o “yo soy muy útil en mecánica”, de esa manera lo más posible es que nos consideren un fanfarrón o algo parecido, lo mejor es demostrarles que somos personas confiables, que sabemos hacer las cosas simplemente haciéndolas, que somos comprensibles, y que somos “queribles”, siempre hay que negociar con la personalidad de la gente, si yo quiero que me comprendas lo más seguro es que yo me esfuerce en entender tus problemas, virtudes y defectos, si deseo que alguien me quiera, es seguro que me voy a esforzar por demostrar afecto y cariño con esa persona, y que le voy a demostrar que soy esa persona a quienes ellos desean querer. Ojo al piojo, no seamos esos forritos compradores que son capaces de inventar gustos o virtudes a fin de ser considerados buenas personas o a fin de ser queridos, simplemente seamos nosotros mismos, pero podemos resaltar justamente esas cosas nuestras que sabemos que son buenas o agradables, simplemente para que la gente vea que efectivamente somos buenas personas, y no intentemos conformarlos modificando nuestras personalidades sino, no es a nosotros que no quieren, sino a las personas que aparentamos ser, lo que no sirve de nada.

Por último, pero no menos importantes, factores como la modestia y ser educados, generalmente despiertan en las personas las ganas de explorarnos, conocernos, y cuando menos se esperan, ¡ya nos quieren!, que fácil ¿no? Mentira, no es así de fácil, no es fácil ser realmente bueno, pero conseguir ser buenas personas nos convertirá en “gente querida” y nosotros también vamos a querernos mucho más, y justamente ser queridos y querernos es solamente una parte, un escalón, en la alta escalera hacia la felicidad. ¿No es acaso eso lo que todos anhelamos? Para concluir quiero invitarlos a intentarlo, está bueno, yo ya lo estoy haciendo, y es la mejor fase de la construcción de nuestras soñadas “vidas felices”.
No hay nada mágico ni místico, está en nuestras cabezas, nada más, no hay oraciones ni rituales para ser felices, está en construir una vida, una persona que nos haga felices, ¿por qué no empezar ahora antes que llegue la parte difícil?

Para mirar

Para mirar
Recuerde, reflexione, imagine, invente, haga de su mundo un infinito...
Powered By Blogger